Entre 2014 y 2018 la UAF ha recibido 7 ROS de parte de los corredores de propiedades, no encontrándose en ninguno de ellos indicios de LA/FT.
La Unidad de Análisis Financiero (UAF) realizó este miércoles una actividad de retroalimentación para los corredores de propiedades, respecto de su obligación de reportar operaciones sospechosas.
El evento, que se enmarca en el Plan Nacional de Capacitación en Base a Riesgos de Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo 2019 (LA/FT), tuvo como único expositor al jefe del Área de Inteligencia Estratégica, Maximiliano Fernández.
Ante 40 personas, Fernández detalló los elementos que debe contener un Reporte de Operación Sospechosa (ROS) para que pueda cumplir con los estándares de calidad definidos por la UAF.
“Es de vital importancia que los datos contenidos en el ROS presenten la calidad apropiada, lo que implica información precisa, completa y clara. Es decir, que el máximo de campos sea llenado de forma correcta, y que las descripciones narradas tengan toda la información solicitada para iniciar el proceso de análisis, cumpliendo con los estándares de integridad de la información, oportunidad de envío y la suficiencia en la narración del acto sospechoso”, dijo.
Durante su exposición, Fernández destacó que, a diciembre de 2018, los corredores de propiedades representan el 16,5% del total de inscritos en la UAF, ubicándose en segundo lugar tras los usuarios de zonas francas (35,1%). Pese al gran número, entre 2014 y 2018 solo se han recibido 7 ROS, no encontrándose en ninguno de ellos indicios de LA/FT.
“Sabemos que se trata de un sector donde hay mucha informalidad y también sabemos que es difícil comprender el fenómeno del LA/FT. Pero si recibimos 1 ROS queremos que este sea de calidad y sea significativo para el Sistema. Por eso es tan importante que en el Formulario ROS se puedan responder las 5Q (quién, qué, cuándo, dónde y por qué) de lo que se está reportando como sospechoso”, comentó el jefe del Área de la UAF, enfatizando que el análisis de las sentencias condenatorias por LA arroja que los sectores económicos más vulnerados por los lavadores de activos son las notarías, las automotoras, los bancos, los conservadores de bienes raíces, los corredores de propiedades y las empresas de gestión inmobiliaria.
La capacitación de Maximiliano Fernández se realizó en el Centro de Entrenamiento del Servicio Nacional de Aduanas, y estuvo apoyada por el abogado Juan Pablo Pizarro, los fiscalizadores Marisol Lillo y Emilio Álvarez y el analista de Inteligencia Estratégica, Jorge Espinoza.